(VTV).- Un
martes 4 de febrero de 1992, hoy hace 22 años, una rebelión Cívico-Militar
movió las fibras revolucionarias en Venezuela para lograr el despertar de la
fuerza popular de una nación.
Venezuela venía del Caracazo. El gobierno de Carlos
Andrés Pérez (AD) enfrentaba un alto nivel de impopularidad, con una serie de
paros y protestas que en total suman 546 entre aquel año y 1991, a la que se
sumaron docentes, estudiantes, transportistas, empresas básicas, tribunales y
médicos.
El gobierno adeco contaba con el apoyo esencial de
Estados Unidos, bajo el tutelaje del republicano George Bush, promotor del
neoliberalismo, esquema bajo el cual se programó la privatización de CANTV y la
aerolínea VIASA. Para 1990 el precio del barril de petróleo había descendido de
20 a 16,60 dólares y la inflación alcanzó el índice de 40%.
La situación del país era paupérrima. Hay repuntes de
paludismo y cólera. Servicios básicos como el agua potable se hacen cada vez
más irregulares. Aunque el pueblo había enviado un claro mensaje en febrero de
1989, una clase política desgastada continuó empobreciendo al país como venía
haciéndolo desde años atrás.
Un grupo de oficiales de la promoción Simón Bolívar
(1975), ante la ya evidente descomposición del sistema político, abrevó del
ideario emancipador y fundó el 24 de julio de 1983 el Movimiento Bolivariano
Revolucionario 200.
La crisis política, económica y hasta moral cobraba
fuerzas al inicio de la década de los noventa, Venezuela protagonizaba una
conmoción social debido al deterioro persistente del estado económico y, en
particular de las clases populares.
La fracasada gestión del presidente Pérez, desató el
accionar de “La Operación Zamora”…. Bajo el mandato del teniente coronel Hugo
Chávez Frías, un grupo de más de 2000 jóvenes militares decidieron ponerle fin
a la era neoliberal.
A esta lucha se le sumó la participación del pueblo,
grupos sociales y estudiantiles que decidieron salir a las calles para
acompañar y participar en la lucha contra el puntofijísmo.
El MBR-200, conformado por la juventud militar, oficiales
superiores y subalternos, conocidos luego como los “comacates” (comandantes,
mayores, capitanes y tenientes), estudiaron la tríada de Simón Bolívar, Simón
Rodríguez y Ezequiel Zamora, de cuyos pensamientos retomaron el concepto de
soberanía, pedagogía liberadora y defensa del pueblo.
En su primera etapa, desde 1983, con el estudio del Árbol
de las tres raíces (Bolívar-Rodríguez-Zamora) cimentaron una definición
organizativa y doctrinaria. Los sucesos del 27 de febrero de 1989 aceleraron su
consolidación y entonces deciden preparar una rebelión militar para establecer
un Gobierno de Emergencia Nacional que rescatara la dignidad del pueblo y
restableciera al país del desprestigio del bipartidismo.
Las condiciones estaban dadas. Para noviembre de 1991 el
escritor Arturo Uslar Pietri había alertado que la extrema situación de pobreza
podría generar un Golpe de Estado en el país, lo mismo expresó el periodista
José Vicente Rangel. Dentro de la institución militar el MBR-200 operó con un
alto nivel de prudencia y clandestinidad que pudo sobrellevar hasta el
desenlace de los hechos.
Una delación anticipa la fecha de las acciones, previstas
en la Operación Ezequiel Zamora, que tuvo que ser activada el 3 de febrero de
1992.
El movimiento del 4 de febrero no cumplió sus objetivos…
pero ese día, el Teniente Hugo Chávez Frías, tuvo la oportunidad de dirigirse
valientemente a los venezolanos, y el “por ahora”, despertó esperanzas en el
pueblo de que algo positivo podría pasar…
“Compañeros: Lamentablemente, por ahora, los objetivos
que nos planteamos no fueron logrados en la ciudad capital”.
“Nosotros, acá en Caracas, no logramos controlar el
poder. Ustedes lo hicieron muy bien por allá, pero ya es tiempo de reflexionar
y vendrán nuevas situaciones y el país tiene que enrumbarse definitivamente
hacia un destino mejor”, dijo el Comandante.
El pueblo venezolano conoció por primera vez, en
televisión, a su futuro líder. Más tarde le suspenderían sus garantías y en el
extinto Congreso se daría un debate donde Rafael Caldera expresaba que es
imposible pedirle a ese pueblo que “se inmole por la libertad y la democracia”
cuando estas no son capaces de darle de comer.
22 años después, se conmemora por primera vez esta fecha
tan importante sin la presencia física del Líder Hugo Chávez Frías, pero
continúa más vivo que nunca en el corazón de los venezolanos.
Venezuela, en la actualidad y liderada por el hijo de
Chávez Nicolás Maduro, agradece a los participantes del 4 de febrero, la
ruptura de la historia venezolana entre la democracia representativa y la
necesidad de un nuevo proyecto democrático.
Como lo expresó el presidente Maduro el pasado año en un
acto de conmemoración de la mencionada fecha “el 4 de febrero fue la
resurrección más grandiosa del todo el siglo 19 y 20 de los valores de la
patria, ese día vimos la resurrección de los símbolos patrios, que bello se
veía y se ve el tricolor patrio desde el 4 de febrero, y los que tenemos la
edad de haber vivido esa época, recordamos que fue el 4 de febrero que nuestro
pueblo retomó las banderas del tricolor a través del brazalete glorioso que llevaban
los soldados insurgentes, ese día en la madrugada”.
Cada 4 de febrero, Día de la Dignidad Nacional, se
construye una historia basada en los principios ideológicos del Comandante Hugo
Chávez y el Libertador Simón Bolívar.

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